(n. 2890 T.E.) Todo empezó con una frase: «En un agujero en el suelo, vivía un Hobbit». Pronto el agujero en el suelo se convirtió en una cueva y más tarde en un cómodo Smial, pero Hobbit siguió siendo Hobbit; y ahora había que descubrir lo que eran los Hobbits.

En cierto modo Bilbo es el antepasado de todo el pueblo de la Comarca, aunque se le haya dado un lugar modesto en el árbol genealógico. Por la parte paterna descendía de los íntegros Bolsón y por la materna de los Tuk, ricos pero no tan respetables. Vivió los cincuenta primeros años de su vida en contemplativa satisfacción. Sólo la aguda vista profética de Gandalf pudo percibir en él cualidades que harían de él un aventurero, un ladrón profesional y el portador del anillo.

Por sus acciones en el viaje a Erebor, Bilbo se convirtió durante largo tiempo en el más famoso de su pueblo y en todas partes era considerado un hobbit ejemplar, menos en la Comarca. Aquí fue un personaje solitario, rico y peculiar. No se casó ni tuvo hijos, pero adoptó a un sobrino, Frodo Bolsón. Únicamente algunos jóvenes de las Casas de Tuk y Brandigamo se interesaban por sus historias.

Sólo utilizaba el Anillo Regente que había encontrado en las Montañas Nubladas para hacerse invisible cuando aparecían invitados molestos como los Sacovilla-Bolsón. No podía ni imaginarse lo que aún se ocultaba detrás de aquello. La obra mágica más poderosa del Señor Oscuro, creada para esclavizar a todos los pueblos del mundo, no era más que un objeto de broma en el bolsillo del pantalón del hobbit. Por ello el Anillo no consiguió dominarlo. De todos los que poseyeron el Anillo, Bilbo fue el único que lo entregó por voluntad propia.

El 22 de Septiembre de 1401 C.C., en su centésimo decimoprimer cumpleaños, Bilbo se despidió de Bolsón Cerrado con una gran fiesta y desapareció para siempre. Dejó todas sus posesiones, y también el Anillo, a Frodo. Luego permaneció los últimos veinte años de su vida en Rivendel. Allí se dedicó a los estudios; hacía versos, traducía canciones de Lenguas Élficas y compuso la mayor parte del libro Rojo de la Frontera Oeste. Al final de la Tercera Edad marchó al Oeste Lejano junto a Frodo y los tres Portadores de los Anillos Élficos. Entonces tenía ciento treinta y un años, más de los que ningún hobbit había cumplido nunca. Según consejo de los sabios ya no era suficientemente fuerte como para tomar parte en el viaje al Monte del Destino.

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Ver actor de las adaptaciones cinematográficas.