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El actor Bernard Hill fallece a los 79 años tras una exitosa carrera de 50 años como actor secundario de lujo.
Nuestro eterno Théoden en la trilogía de 'El Señor de los Anillos', Bernard Hill, fallecía en la madrugada del pasado domingo 5 de mayo. Tras más de 40 años de carrera como actor, Hill nos ha dejado un legado memorable. Más allá de interpretar al rey de Rohan en 'Las Dos Torres' (2002) y 'El Retorno del Rey' (2003), donde recita algunas de las líneas más hermosas de la obra de Tolkien, Bernard Hill formó parte de películas como 'Titanic' (1997), 'Gandhi' (1982), 'Motín a bordo' (1984) o 'Valkiria' (2008). Tampoco fue raro verlo actuar en algunas series y películas para la televisión, principalmente para la BBC.
Algunos de sus compañeros de reparto en la trilogía han querido despedirse de él:
- Elijah Wood (Frodo): "Hasta siempre a nuestro amigo, nuestro rey, Bernard Hill. Nunca te olvidaremos.".
- Sean Astin (Sam): "Le queremos. Era intrépido, divertido, rudo, irascible y hermoso".
- Billy Boyd (Pippin): "No creo que nadie recitara las palabras de Tolkien tan bien como Bernard. Me rompía el corazón. Le echaremos mucho de menos".
Desde La Compañía le rendimos homenaje con este 'Lamento por Théoden'. Siempre en nuestra memoria, descanse en paz:
Del Sagrario sombrío en la mañana lóbrega
parte con escudero y capitán el hijo de Thengel
hacia Edoras. Las brumas amortajan
el palacio de los Guardianes de la Marca,
las tinieblas envuelven las columnas de oro.
Adiós, saluda a las gentes libres,
el hogar, el trono, en los sitios sagrados
de las celebraciones en los tiempos de luz.
Avanza el rey: atrás el miedo
y adelante el destino. Leal y fiel,
todos los juramentos serán cumplidos.
Avanza Théoden. Cinco noches y cinco días
hacia el Este galopan los Eorlingas: seis mil lanzas
en el Folde, la Frontera de los Pantanos y el Firien,
camino al Sunlendin, a Mundburgo, la fortaleza
de los reyes del mar al pie del Mindolluin,
sitiada por el enemigo, cercada por el fuego.
El Destino los llama. La Oscuridad se cierra
y aprisiona caballo y caballero: los golpes lejanos de los cascos
se pierden en el silencio: así cuentan las canciones.