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El Hobbit. ¿Cuántos ríos de tinta se escribirán antes siquiera de comenzar la preproducción? Después del brutal éxito de la trilogía de Peter Jackson, estaba cantado que El Hobbit saltaría a la pantalla grande. El problema viene al preguntarse por el cuándo, el cómo y el con quién. Resumen de la situación:
- Jackson demandó hace tiempo a la New Line por unas cantidades (50 millones) que había dejado de percibir por la edición en DVD de LCdA. New Line por su parte respondió que ya estaba todo pagado. La demanda siguió y sigue adelante, hasta que algún año de estos salga la sentencia o se llegue a algún tipo de acuerdo (aunque Jackson pasa de acordar nada que no sea lo que pide en la demanda).
- En vista de la situación y viendo cómo sus derechos sobre el libro pueden caducar mandando al garate este filón de oro, New Line mueve ficha, y se filtra que se hará El Hobbit con o sin Jackson. Aunque mientras exista la demanda, Jackson tendrá la puerta cerrada de la New Line. Así pues, en caso de no contar con el neocelandés, Sam Raimi sería el elegido para dirigirla.
- Hace poco un jefazo de la productora hizo unas declaraciones en las que destilaba cierto malestar (muy cabreado) con Jackson por el tema de la demanda, diciendo que harán la película sin él y con otros actores si hace falta. ¿Un farol? Yo creo que sí. A todo esto, los actores de la trilogía fueron invitados a la fiesta del aniversario de la New Line; fiesta a la que no acudieron mostrando así su posición en favor de Jackson.
Así están las cosas. Y a todo esto, la noticia es que Sam Raimi, el director de repuesto, ha reconocido los primeros contactos con estas declaraciones:
“Puede que Peter Jackson sea el mejor director del planeta, ahora mismo. Pero no sé qué va a pasar a partir de ahora. Lo primero es que son las películas de Peter Jackson y (el productor) Bob Shaye. Si Peter no quisiera hacer El Hobbit y Bob quisiera –y los dos están de acuerdo en que coja las riendas– sería genial. Me encanta el libro. Creo que es una historia más orientada hacia un público infantil que las otras.”
Personalmente todo esto me parece una jugada de New Line para conseguir convencer a Jackson poniéndole un poco celosón. Y es que se debería mantener un estilo coherente con lo ya existente, con su Ian Holm como Bilbo e Ian McKellen como Gandalf, etc. Prefiero lo malo conocido.
Y para terminar, David Brawn, director de Harper Collins, la editorial de los libros de Tolkien, no le haría ascos a una versión para el cine de Los Hijos de Húrin. Sí, el que acaba de salir. Eso de propina.
